La furia de las montañas de fuego (por Fernando Ritacco)
La actividad volcánica es el producto de la expulsión, en ocasiones suave y en otras explosiva, de los materiales sólidos, gaseosos y líquidos que se encuentran, generalmente a elevadas temperaturas, en las profundidades del planeta. Los volcanes actuales se hallan distribuidos principalmente en torno al Océano Pacífico, formando el denominado «Cinturón de Fuego». De este sistema forman parte los situados en la Cordillera de los Andes.
Como verdaderas bombas de tiempo, siempre en peligro de estallar, los volcanes ejercen una particular atracción en los hombres, quienes los han convertido en principales protagonistas de mitos, leyendas, tragedias y, en los últimos tiempos, hasta en estrellas de Hollywood.
Pese a que por el número de pérdidas humanas y los daños producidos, el volcanismo ocupa un lugar intermedio en la escala de las catástrofes naturales, la explicación del gran interés que genera el fenómeno parece estar basada en el temor ancestral de los seres humanos a la energía desatada en los procesos eruptivos y a la fascinación que produce este espectáculo de la naturaleza, verdaderamente colosal.
Si se observa un mapa mundial donde se indican los lugares del planeta en los que se encuentran los volcanes, puede notarse que éstos no se distribuyen al azar, sino que que se ubican, principalmente, en los bordes de las placas que forman la corteza terrestre (ver Cómo nacen los volcanes).
La Cordillera de los Andes es una de las cadenas montañosas en la que se encuentra una gran cantidad de volcanes (existen más de 600). Pero su tramo argentino-chileno presenta diferencias estructurales entre el sur, el centro y el norte de la misma.
"En el primero de los sectores, la cadena es delgada y con un importante volcanismo activo que se inicia en el Cuaternario, e incluso continúa en la actualidad", indica el doctor Ernesto Cristallini, del Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la Universidad de Buenos Aires.
"El tramo central de la Cordillera, entre el centro norte de la provincia de Mendoza y La Rioja -prosigue-, es muy ancho, extendiéndose casi hasta la provincia de Córdoba. Se caracteriza por tener las mayores alturas de la cadena sudamericana, como el Cerro Aconcagua o el Cerro Mercedario, y si bien carece de volcanismo activo en nuestro días y prácticamente desde todo el Cuaternario, es una de las zonas más sísmicas del planeta. Fue en este sector donde se produjo el terremoto de San Juan, en 1944 y Caucete, en 1976."
[b]Saludos:)
La actividad volcánica es el producto de la expulsión, en ocasiones suave y en otras explosiva, de los materiales sólidos, gaseosos y líquidos que se encuentran, generalmente a elevadas temperaturas, en las profundidades del planeta. Los volcanes actuales se hallan distribuidos principalmente en torno al Océano Pacífico, formando el denominado «Cinturón de Fuego». De este sistema forman parte los situados en la Cordillera de los Andes.
Como verdaderas bombas de tiempo, siempre en peligro de estallar, los volcanes ejercen una particular atracción en los hombres, quienes los han convertido en principales protagonistas de mitos, leyendas, tragedias y, en los últimos tiempos, hasta en estrellas de Hollywood.
Pese a que por el número de pérdidas humanas y los daños producidos, el volcanismo ocupa un lugar intermedio en la escala de las catástrofes naturales, la explicación del gran interés que genera el fenómeno parece estar basada en el temor ancestral de los seres humanos a la energía desatada en los procesos eruptivos y a la fascinación que produce este espectáculo de la naturaleza, verdaderamente colosal.
Si se observa un mapa mundial donde se indican los lugares del planeta en los que se encuentran los volcanes, puede notarse que éstos no se distribuyen al azar, sino que que se ubican, principalmente, en los bordes de las placas que forman la corteza terrestre (ver Cómo nacen los volcanes).
La Cordillera de los Andes es una de las cadenas montañosas en la que se encuentra una gran cantidad de volcanes (existen más de 600). Pero su tramo argentino-chileno presenta diferencias estructurales entre el sur, el centro y el norte de la misma.
"En el primero de los sectores, la cadena es delgada y con un importante volcanismo activo que se inicia en el Cuaternario, e incluso continúa en la actualidad", indica el doctor Ernesto Cristallini, del Departamento de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la Universidad de Buenos Aires.
"El tramo central de la Cordillera, entre el centro norte de la provincia de Mendoza y La Rioja -prosigue-, es muy ancho, extendiéndose casi hasta la provincia de Córdoba. Se caracteriza por tener las mayores alturas de la cadena sudamericana, como el Cerro Aconcagua o el Cerro Mercedario, y si bien carece de volcanismo activo en nuestro días y prácticamente desde todo el Cuaternario, es una de las zonas más sísmicas del planeta. Fue en este sector donde se produjo el terremoto de San Juan, en 1944 y Caucete, en 1976."
[b]Saludos:)